jueves, 17 de junio de 2010

Agresión Racista

Esto é sacado do diario ``El pais.com´´:
La tercera jornada del juicio que se sigue esta semana en la Audiencia Provincial de Madrid contra Roberto Alonso, acusado de una agresión racista contra el congoleño Miwa Buene en 2007 que le dejó tetrapléjico, ha arrancado puntual. Hoy es el día para la declaración de peritos y forenses que examinaron a la víctima. Tras estas declaraciones, las partes tendrán que hacer sus alegatos finales y el juicio quedará visto para sentencia.Según el escrito del fiscal previo a la vista, Buene sufrió, como consecuencia de un puñetazo en la nuca, la fractura de las vértebras cervicales de la 4 a la 6, lo que se tradujo en una tetraplejia inmediata y una gran invalidez, además de lesiones en la vejiga y el intestino neurógeno con incontinencia urinaria y fecal. Pasó 17 días en coma, luchando entre la vida y la muerte. Desde entonces requiere que alguien le ayude para todo. Tan solo puede moverse gracias a la silla de ruedas que maneja con la cara. Los forenses le han diagnosticado trastornos depresivos y psicóticos.

Ayer declararon los testigos presenciales y los policías que detuvieron al acusado, Roberto Alonso. Una de las preguntas en el aire desde el inicio del juicio es si alguien movió a la víctima antes de que llegasen los sanitarios, agravando la lesión de forma involuntaria. Sin embargo, los testigos que declararon ayer lo negaron. La técnico en emergencias Inmaculada Muñoz, que atendió a Buene, aplicó el día de la agresión el protocolo para fracturas de cuello: puso un collarín a Buene, le trasladó en un colchón de vacío. "Una mala manipulación puede agravar mucho las consecuencias", destacó Muñoz. Nadie ha declarado hasta ahora que intentara mover a la víctima. La técnico no dio un diagnóstico a la policía. No sabía el alcance de las lesiones. Eso motivó que el supuesto autor no fuera detenido en el acto.

Dos testigos acusaron directamente a Alonso de la agresión y de lanzar consignas racistas después de golpear a Buene:"¡Nos están invadiendo!". "¡Arriba España!", grito, con el brazo derecho levantado haciendo el saludo nazi.

Descripción de los hechos

José Antonio Lázaro, vecino de Alcalá había salido a pasear cuando vio a dos hombres discutir en la calle. Justo cuando iba a torcer la esquina, a unos 25 metros de distancia, se giró y vio cómo Alonso le pegaba un golpe a Buene. "Me acerqué a él [a la víctima], que estaba inmóvil y consciente. Estaba pidiendo ayuda porque no podía levantarse. Le tranquilicé mientras llegaba la policía", recordó el testigo. "No había duda. Los vi perfectamente porque ambos estaban justo delante de mí", resumió el vecino de Alcalá. Fue precisamente este testigo el que aportó la descripción del supuesto agresor y el que le contó a los dos primeros policías que llegaron que Alonso estaba en la esquina de la calle. Aparecía y se ocultaba para no ser visto por los agentes.

Alonso estaba fichado, ya que le constan tres antecedentes: uno por robo con fuerza y otros dos por atentado contra agente de la autoridad. El segundo testigo de la mañana, Juan Carlos Hernández Torla, también relató una versión muy parecida a la de su antecesor. Recordó que esa mañana se acercó con su coche al gimnasio que está en el centro comercial. Aparcó sobre las diez y media de la mañana y nada más bajarse del vehículo vio a dos hombres discutiendo al otro lado de la acera, junto a los locales. "No me pareció una discusión muy acalorada, sino más bien tonta", describió este testigo. Como iba a estar un largo rato en el gimnasio, metió en el maletero todos los objetos que llevaba en el asiento trasero. Eso le llevó varios minutos en los que estuvo muy pendiente de la discusión.

También testificaron tres policías nacionales que estuvieron en la calle del Río Tajuña, donde tuvo lugar la agresión, entre ellos los dos que llegaron primero al lugar del suceso. Estos relataron que vieron a la víctima tendida en el suelo, que no se podía mover y que pedía que le ayudaran a levantarse. También se quejaba de un gran dolor en el cuello. Por ello, decidieron avisar a una ambulancia. Mientras llegaban los sanitarios, la persona que estaba atendiendo a Buene -José Antonio Lázaro- les dijo que el supuesto autor estaba en la esquina.

Mientras un agente se quedó junto al congoleño, el otro dio la vuelta al edificio para que lo viera Alonso y le sorprendió en una esquina. El policía le preguntó qué hacía allí, a lo que él respondió que dando una vuelta y pasando el rato. "Estaba bastante nervioso y cada vez estaba más alterado. Su descripción coincidía con la que dio el testigo, por lo que pedí refuerzos. Después, le llevamos al coche patrulla hasta que los sanitarios nos dijeron la gravedad de las lesiones de Buene", recordó el agente con número de placa 91.270. Según iba al coche patrulla, no dejó de proferir proclamas xenófobas: "No sé por qué montáis tanto porque le hayan pegado una hostia a un negrito".

Todos los testigos ratificaron que el acusado estaba solo en el momento de la agresión y que solo antes de ser detenido por la policía se puso a hablar con otra persona al otro lado de la calle. La policía le dejó en libertad, tras tomar todos sus datos, debido a que los sanitarios no sabían la gravedad de las lesiones que sufría Buene.

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